Habrá tiempo durante la semana para hablar de lo sucedido hoy en el Camp Nou. El partido en sí no ha tenido nada nuevo. El Barça, cual día de la marmota, ha repetido los errores cometidos ante Sporting o Hércules. Enfrente un equipo bien agazapado, acumulando hombres cerca de su propia área y cerrando espacios por el centro. Laudrup lo tenía claro. Sabe que el peligro del Barça llega principalmente cuando juegaen zonas meridionales y perpendiculares al área. Las asociaciones de Iniesta, Bojan, Messi y las diagonales del Argentino bien partiendo desde la derecha o la izquierda, es lo que realmente decanta los partidos. Por esta razón, el danés ha decidido despejar las bandas y centrar a sus laterales a fin de crear una tela de araña en las inmediaciones de Aouate. Además, el Barça, arriba, tiene 3 tapones, buenísimos, pero tapones. Así, todos los centros de Alves o Abidal, hoy con el carril en plan autopista, acababan en la cabeza de los centrales mallorquines. Y así una y otra vez.
Ojo, el Barça ha creado, sobretodo en la primera parte, multitud de oportunidades, pero como viene siendo habitual en este inicio de liga, todas se malograban por exceso de recreación. El Barça avanza en bloque y llega hasta el área rival con todos, pero una vez ahí, en ese mar de piernas, parece una quimera pensar que el balón puede llegar a entrar. Y no es culpa del Barça...¿Que pueden hacer? Ante una defensa hyperretrasada, no puedes más que avanzar y tratar de abrir la lata cuanto antes.
Y se abrió. Un jugadón entre Pedro y Messi, acabó con un chut lejano del argentino al que no pudo llegar Aouate. Parecía que lo más difícil estaba hecho. Sin embargo, en una jugada al borde del descuento, un Mallorca sometido y apabullado por la posesión local, anotó de la única forma que podía, a balón parado y de córner, jugada en la que la defensa en zona de Guardiola hizo aguas y no es nuevo.
Ese gol ha destrozado al equipo, que salió en la segunda parte ansioso, despistado y con una frustración brutal, del que ya no sabe que hacer para marcar un gol. El Mallorca. con las ideas claras, ha comenzado a jugar con los nervios de los culés. Perdidas de tiempo, faltas continuas...en fin, lo de siempre. El Barça ha picado hasta que finalmente se le ha ido la pinza. En su ímpetu por lograr la victoria, ha dejado unas lagunas defensivas alucinantes, que el Mallorca, debido a su candidez ofensiva, no ha sabido materializar.
Poco más que contar del partido. Ahora a toro pasado, es fácil criticar. Por supuesto y lo dije al principio del partido, me parece absurdo alinear en casa y ante un equipo que claramente se va a encerrar, a Keita y Mascherano. Hubiera sido más lógico poner de inicio a Thiago, Jonathan o Busi. También podríamos excusarnos en las bajas, sensibles no cabe duda, de Xavi y Villa o en lo excesivamente corta que es la plantilla y a las pruebas me remito, finalizando el partido con Jeffren, Nolito y Thiago sobre el césped.
Sin embargo a mi esta derrota no me preocupa. Me preocuparía que no llegasen las ocasiones, pero es innegable que se genera mucho juego ofensivo. Ahora la clave es recuperar la confianza. Que gente como Alves, Pedro o Iniesta, intenten marcar cuando tienen la ocasión y no busquen permanentemente a Messi. Debemos ampliar nuestra nómina de amenazas de cara a gol. El rival debe tener dudas sobre quien puede finalizar un ataque. Es la única forma de generar espacios entre la muchedumbre.
Pep debe trabajar, no hay nada perdido. estamos comenzando y es preferible equivocarse ahora que en Febrero o Marzo. Eso sí, aprendamos de nuestros errores, de lo contrario, más que en el Nou Camp, acabaremos jugando en Punxatawney.
Fuente: El Banquillo Visitante
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